Pero un dÃa, aparecieron ellos (mis padrinos Fabi y Ren). Me levantaron con cuidado, me envolvieron en una manta suave, me consiguieron una familia (Marxio, Brunna, Indi, Candy y Negrita) y me prometieron que todo iba a estar bien. Cumplieron su palabra. Fui muchas veces al veterinario, y aunque no me gustaban esas agujas, sabÃa que lo hacÃan para que pudiera seguir ronroneando.
Ahora vivo rodeada de amor, con un techo, comida rica y mucha sombra, porque soy muy especial y el sol no es mi mejor amigo. Me encanta dormir calentita con mis padres, mirar por la ventana y sentir que, por fin tengo un hogar donde soy parte de la familia.
Dicen que los gatos tienen 7 vidas… pero yo creo que con esta, y con ellos, me alcanza.